lunes, 17 de mayo de 2010

Reseña de Mapas y disfraces de Carmen Ruiz en el Heraldo


Mapas y disfraces

Carmen Ruiz. Editorial Comuniter. Colección

Resurrección. Zaragoza, 2010. 40 páginas



Carmen Ruiz Fleta (Zaragoza, 1978), quien ha vuelto a cambiar de cuadra editorial, nos sorprende con su tercer poemario (plaquette), donde logra, una vez más, jugar con la tradición y la vanguardia y conjugar la trascendencia metafísica con su vida cotidiana, que no es poco. Si hay un pero, éste es que parece como continuación de segundo librito “Cinco días en agosto” (Eclipsados, 2008), del que nos hicimos eco en estas mismas páginas, y de su manojo de poemas antologados en las tres selecciones en las que ha participado hasta la fecha: “Los chicos están bien” (Olifante, 2007); “23 Pandoras. Poesía alternativa española” (Baile del Sol, 2009); y Sxo. Poesía lúbrica” (Ópera Prima, 2009). Aunque, creo que el lector que se acerque a sus poemas no quedará defraudado, para nada, pues en ellos encontrará las vicisitudes, como ya he dicho, por las que atraviesa cualquier persona en el duro aprendizaje vital, expresado de forma contundente en el poema ‘Premio’ de la página 21: “De acuerdo, / cruzaste nadando la piscina / y me casé contigo. / Si ahora logras alejarme de mí / dormiremos por fin en camas separadas.” ¡Ahí es nada! Todo un logro poético, puesto que no se puede decir más con menos. Su poesía es lenguaje trascendido, experiencia viva, y ella quisiera abandonarse y no escribir; pero mientras tenga cosas que contar no lo quedará más remedio que gritar, poema a poema su silencio personal y su lucha con el lenguaje, por lograr el canto de la escritura, de su escritura firme, que es el sistema referencial asimilado, quiéralo o no la poeta. Poemario sugerente que tanto vale lo que calla como lo que dice.
Enrique Villagrasa